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APADRINANDO LOS NIÑOS DE TSUNZA 2008

En verano de 2008 tuve la oportunidad de visitar un pueblo típico africano llamado Tsunza, situado a las afueras de Mombasa, en el Distrito Kinango (uno de los 5 distritos más pobres de Kenia). Me sentí feliz y muy impresionada por la hospitalidad de los aldeanos, parecían muy felices, pero dejando de lado las primeras impresiones, me sorprendió ver a tantos niños a mi alrededor durante el horario escolar. La mayoría de ellos llevaban ropa desgarrada e iban descalzos, andando bajo el intenso sol y paseando los rebaños de vacas. Mi curiosidad me llevó a preguntar sobre lo que estaba viendo, y me contaron que las familias no podían permitirse llevar a los niños a la escuela debido a diversas razones que iban desde la falta de dinero para comprar el material escolar, hasta la imposibilidad de pagar las tasas de los exámenes.
Ese mismo día sentí que se debía hacer algo para cambiar la situación de esos niños. Estaba llena de nuevas energías, y se me ocurrió un plan. Metí la mano dentro de la funda de mi cámara y empecé a tomar fotos de 22 niños del pueblo. Les prometí que la próxima vez que pusiera un pie en Kenia estos niños irían a la escuela, aunque en ese momento aun no sabía como lo conseguiría.
Una vez en España empecé a enviar mails a mis amigos, aunque con muy poca esperanza de que mi plan fuera a funcionar. Sorprendentemente, mi bandeja de entrada se llenó de mails de gente que quería ayudar, y en menos de cuatro meses los 22 niños estaban apadrinados.
En el mismo año 2008, en Navidad, volví a Kenia, y con la ayuda de William y algunos otros, hice la mayor compra de mi vida: 22 pares de zapatos, 22 uniformes, material escolar, etc. Finalmente llevamos a los niños a la escuela. Un mes mas tarde, volví a España con otros 8 niños esperando ser apadrinados a través del mismo proceso. Una vez más, fue un gran éxito.
Ahora tenemos 30 niños que ya han sido apadrinados y 20 más esperando encontrar un padrino. Gracias a todos por vuestra gran ayuda!





EL DISPENSARIO MÉDICO



Una vez más, de las brillantes ideas de la Canaria Reyes, ha surgido el mayor proyecto para el pueblo de Tsunza: la construcción de un dispensario médico que cubra las necesidades sanitarias de un gran número de aldeanos. Cuando Reyes se dió cuenta que la esperanza de vida de los habitantes de Tsunza era muy baja (45 años), que muchas niñas abandonaban la escuela tras quedarse embarazadas y que sufrían muchos problemas por falta de educación en cuestiones de maternidad, y de el alto porcentaje de enfermedades difíciles como el cólera, el SIDA, malaria, etc, no pudo evitar iniciar una lucha para que esta situación cambie.

Otro factor importante que nos mueve a luchar por la realización de este gran sueño es que el centro médico más cercano está a muchos kilómetros y da servicio a más de 40,000 personas. El hospital del distrito de Kinango, que es el único bien equipado, se encuentra a unos 100 km de Tsunza y, por este motivo, muere mucha gente cada año a causa de complicaciones en el parto o enfermedades de difícil curación.

Por ello, el suegro de Reyes, el arquitecto Estruch, se esforzó en diseñarnos el proyecto arquitectónico con muchas ganas; proyecto que ha sido expandido y complementado por nuestros voluntarios arquitectos de verano 2010 (Pau Menéndez y Alexis Moles), quienes, después de un análisis de las posibilidades del terreno y un estudio de los precios del mercado, han adaptado el proyecto a la realidad de Tsunza y han recalculado el presupuesto.

El centro médico se construirá en tierras pertenecientes a la comunidad y aunque nosotros les proporcionaremos la infraestructura, la comunidad se ha comprometido a colaborar en la construcción y el mantenimiento de éste. El presupuesto estimado (subyecto a cambios) para conseguir la realización de este proyecto es de 20,000 euros y ya hemos obtenido los permisos del Ministerio de Salud.

Si queréis ver el proyecto entero, pinchad aquí.

PROYECTO DE IRRIGACIÓN Y AGRICULTURA

La agricultura, siendo la principal actividad económica y la columna vertebral del pueblo, sólo ha sido una fuente de miseria hasta ahora, sobretodo debido al calentamiento global del planeta, causante de grandes variaciones en el clima y afectando al terreno agrícola. Si a esto le sumamos unas lluvias insuficientes y poco predecibles, así como unos métodos agrícolas pobres y demasiado tradicionales, tenemos como resultado las escasas cosechas que recogen los aldeanos de Tsunza. Por todo ello, creemos que debemos hacer algo para cambiar esta situación de pobreza.
Los doctores voluntarios, durante su voluntariado en Tsunza, deberán invertir 100 euros a la semana cada uno para el desarrollo de la comunidad, dinero que permitirá llevar a cabo el proyecto de riego y la plantación de un huerto.
El proyecto se basará en la extensión de la tubería principal de agua hasta las tierras de la comunidad para regar el huerto. También incluye la adquisición de uno o dos depósitos de almacenaje de agua, como método de prevensión, ya que en numerosas ocasiones la tubería principal ha sufrido desperfectos y el gobierno a tardado meses en arreglarla de nuevo. Debemos destacar que este será el primer sistema de regadío instalado en la zona. La idea es que, a partir de este proyecto, los aldeanos sean conscientes de la necesidad de adoptar nuevos sistemas y técnicas agrícolas, así como que el resto del distrito tome el proyecto como modelo a imitar. Esperamos que el plan tenga mucho éxito y sin duda debemos dar las gracias a las maravillosas ideas de Reyes, trabajadora de un hospital de Gran Canaria.
Si conseguimos los fondos necesarios, el pryecto se podrá llevar a cabo durante el verano de 2010. ¿Nos quieres ayudar a lograrlo?