Estuvieron reparando todo tipo de
También fueron geniales con los niños y no podían parar de cuidar de ellos, jugar y organizar deportes para aquellos que lo deseaban. ¡Todos les echan de menos en Tsunza!
Dos voluntarias de Teruel encantadoras y con mucha energía. Estas dos gemelas ayudaron a empezar la construcción de las dos aulas restantes de Barcelona Block, el block de tres aulas para la escuela de Timbwani que empezamos a construir el verano pasado. También decidieron llevar a los niños del orfanato que lo necesitaban al doctor y llevaron material escolar y ropa para bebés a Tsunza durante el fin de semana que visitaron el pueblo. Compraron una litera, sábanas y varios colchones para el orfanato ya que, cuando llegaron, no había suficientes camas y varios niños estaban durmiendo en el suelo. Restauraron muchos de los muebles de la casa y compraron otros. Solían comprar un buen desayuno para los niños cada mañana, y les consiguieron zapatos y ropa interior ya que muchos estaban necesitados.
Además pagaron el alquiler mensual del orfanato (250 euros) y compraron comida para los niños, así como material escolar. Al ver el desorden y caos que había entre los chavales del orfanato, decidieron organizar algunas sesiones de estudio nocturnas y crear un ambiente de estudio más que necesario entre ellos. Pero también eran conscientes de la necesidad de diversión y relax, así que les llevaron de excursión y organizaron muchas actividades divertidas con ellos, como montar a caballo, montar en mini-quad, etc. Los niños lo pasaron en grande con ellas y no las olvidarán fácilmente.

Después de dos semanas en Kenia, la tercera de nuestras voluntarias llegó, Aina Noguera de Mallorca, que fue una gran ayuda tanto en Likoni como en Tsunza. Aina fue etiquetada como la animadora número uno de Children of Africa por ser la mejor entreteniendo a los niños, la más payasa, la más dinámica y la más deshinibida. Los niños la adoraron des del primer instante, y fue capaz de hacer reír incluso al más serio cada día.
Enseñó canciones divertidas, organizó partidos de fútbol, lecciones de Swahili-Inglés bajo un árbol, y muchísimo más. Contribuyó al desarrollo de Tsunza adquiriendo la madera necesaria para construir el techo de la biblioteca y para hacer las estanterías, además de varnizar camas, forrar libros incansablemente, traer rocas y bloques, etc. Aina pasó al recuerdo de los aldeanos y, en especial de los niños, como un tsunami de energía, un ciclón de interminable alegría y euforia que dejó huella en todos, habitantes de Tsunza y voluntarios. ¡Gracias Aina por poner tanta pasión en todo lo que haces!
ALBERT Y MONTSE BRUGAT
Los últimos volun

Albert conocía bastantes instrumentos y sabía de música, así que le dimos la misión de verificar materiales y precios en tiendas de instrumentos de Mombasa y




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