Kike Megia y Laura
Almar empezaron un proyecto de recogida de aguas pluviales en Tsunza del que
habían preparado un pequeño anteproyecto desde España y al que solo podían
terminar de dar forma una vez pisaran el poblado y pudieran observar los
recursos y posibilidades de la zona.
El primer paso fue
evaluar los tejados en los cuales se podía instalar el sistema de recogida y el
espacio donde irían los depósitos así como la capacidad de los mismos. Se
decidió empezar como primera fase del proyecto poniendo el sistema de captación
de agua en la cocina y en la biblioteca se
tomaron medidas y después tocó ir a la ciudad a comprar el material: metros
y metros de canaletas, grifos, embudos, tuercas, tornillos, depósitos,…
Una vez llegó todo el
material sano y salvo a Tsunza (por mar y por tierra, lo cual no es tarea
fácil!) se contó con la indispensable ayuda de Juma y la experiencia y consejos
de Njeka tanto en la instalación de los canalones, como en la construcción de
una base para poner en alto los depósitos que finalmente se pusieron con una
capacidad de 500 litros en la biblioteca y de 1000 litros en la cocina.
Dada la importancia
que tiene el agua en comunidades rurales como Kinango y el éxito tras comprobar
que, tan solo en un día que llovió, se podía recoger una inmensa cantidad de
agua (los depósitos quedaron llenos en un par de horas), ya se están estudiando
otras casas donde instalar estos sistemas de captación.
También se están
evaluando diferentes alternativas: potabilización del agua de lluvia recogida,
sistema de bombeo al tanque de agua de 50.000 litros construido el año pasado o
sistema de canalizaciones para recoger el agua sobrante y poder destinarlo a la
agricultura.
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