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PAU Y ALEXIS

Con la ayuda de Alexis Moles y Pau Menéndez (los dos arquitectos voluntarios de Barcelona e Ibiza), pudimos construir dos letrinas y dos duchas y, por supuesto, ayudaron también con la construcción de la biblioteca pública, especialmente haciendo marcos de puertas, bancos, mesas, preparando cemento, transportando bloques y piedras, etc. Todos los trabajos duros hubieran tomado mucho más tiempo sin su ayuda.

Estuvieron
reparando todo tipo de cosas, levantando muros, cavando en el suelo para colocar las tuberías de las letrinas, etc. También quisieron contribuir con la adquisición de un panel solar para la biblioteca y acarrearon con los gastos completos del proyecto y su instalación. El coste total del proyecto fue de 400 euros. ¡Y la luz finalmente llegó a Tsunza!

También fueron geniales con los niños y no podían parar de cuidar de ellos, jugar y organizar deportes para aquellos que lo deseaban. ¡Todos les echan de menos en Tsunza!




JORDI Y ANNA
El último fin de semana de julio Anna y Jordi, una pareja de Girona, también visitaron Likoni y Tsunza. Habían recaudado fondos para los dos lugares y gastaron la mitad de la cantidad comprando comida para el orfanato de Likoni y la otra mitad comprando comida para 14 familias de Tsunza y un carro de transporte que nos fue más que útil para transportar todo tipo de cosas. Jordi también construyó un columpio para distracción de los niños que lo recibieron con mucha alegría. Gracias chicos!




LORENA Y MONICA RUBIRA

Dos voluntarias de Teruel encantadoras y con mucha energía. Estas dos gemelas ayudaron a empezar la construcción de las dos aulas restantes de Barcelona Block, el block de tres aulas para la escuela de Timbwani que empezamos a construir el verano pasado. También decidieron llevar a los niños del orfanato que lo necesitaban al doctor y llevaron material escolar y ropa para bebés a Tsunza durante el fin de semana que visitaron el pueblo. Compraron una litera, sábanas y varios colchones para el orfanato ya que, cuando llegaron, no había suficientes camas y varios niños estaban durmiendo en el suelo. Restauraron muchos de los muebles de la casa y compraron otros. Solían comprar un buen desayuno para los niños cada mañana, y les consiguieron zapatos y ropa interior ya que muchos estaban necesitados.

Además pagaron el alquiler mensual del orfanato (250 euros) y compraron comida para los niños, así como material escolar. Al ver el desorden y caos que había entre los chavales del orfanato, decidieron organizar algunas sesiones de estudio nocturnas y crear un ambiente de estudio más que necesario entre ellos. Pero también eran conscientes de la necesidad de diversión y relax, así que les llevaron de excursión y organizaron muchas actividades divertidas con ellos, como montar a caballo, montar en mini-quad, etc. Los niños lo pasaron en grande con ellas y no las olvidarán fácilmente.




AINA NOGUERA

Después de dos semanas en Kenia, la tercera de nuestras voluntarias llegó, Aina Noguera de Mallorca, que fue una gran ayuda tanto en Likoni como en Tsunza. Aina fue etiquetada como la animadora número uno de Children of Africa por ser la mejor entreteniendo a los niños, la más payasa, la más dinámica y la más deshinibida. Los niños la adoraron des del primer instante, y fue capaz de hacer reír incluso al más serio cada día.

Enseñó canciones divertidas, organizó partidos de fútbol, lecciones de Swahili-Inglés bajo un árbol, y muchísimo más. Contribuyó al desarrollo de Tsunza adquiriendo la madera necesaria para construir el techo de la biblioteca y para hacer las estanterías, además de varnizar camas, forrar libros incansablemente, traer rocas y bloques, etc. Aina pasó al recuerdo de los aldeanos y, en especial de los niños, como un tsunami de energía, un ciclón de interminable alegría y euforia que dejó huella en todos, habitantes de Tsunza y voluntarios. ¡Gracias Aina por poner tanta pasión en todo lo que haces!




ALBERT Y MONTSE BRUGAT

Los últimos voluntarios de Tsunza ya han abandonado el poblado. Albert y Montse, una pareja de Figueres (Girona), han sido los últimos en pasar un mes entero en Tsunza para llevar a cabo varios proyectos. La llegada de nuevos voluntarios siempre significa la continuación de unos proyectos que, cuando el grupo se va, quedan en el aire, como si de sueños se trataran. Ellos se encargaron de darles forma y convertirlos en realidad. Por un lado, decidieron invertir en la creación del taller de carpintería, para lo cual adquirieron bloques más de 1000 bloques de piedra y montones de cemento, y en menos de una semana ya habían levantado medio edificio que, en verano el resto del grupo se encargará de terminar. Además, empezaron a estudiar y analizar las posibilidades de uno de los proyectos que tenemos en mente para verano de 2011: lecciones de música.

Albert conocía bastantes instrumentos y sabía de música, así que le dimos la misión de verificar materiales y precios en tiendas de instrumentos de Mombasa y adquirir unos cuantos para ver cómo reaccionaban los habitantes, evaluar las edades donde más incidir con estas lecciones, qué instrumentos son más aceptados y mejor manipulados, etc. Llevaron a cabo una labor estupenda que nos ha allanado mucho el camino de caras al próximo gran voluntariado de grupo, además de pasarlo genial tocando varios instrumentos con los niños y organizar actividades para entretenerles prácticamente todos los días. ¡Gracias por vuestra gran ayuda, chicos!




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